• Reconocer tus heridas: abandono, rechazo, crítica, exigencia, ausencia.
• Comprender cómo esa historia se refleja hoy en tu forma de amar, de vivir, de valorarte.
• Liberarte emocionalmente del dolor que no te deja avanzar.
• Construir una nueva narrativa: con honra, compasión y límites sanos.
• Perdonar, cerrar ciclos, volver a ti.
• Reconectar con tu propósito, tu poder y tu paz.