Y yo no lo supe hasta mucho tiempo después, cuando ya había tomado decisiones, no malas, pero no pensadas en si yo era feliz.
Este taller nace de mi propia historia. Yo quería ser médico y me gané una beca, pero por un temblor en mis manos, me dijeron que no era posible y perdí la beca. Al salir de ahí, llamé a mi tía y le pregunté, cuál es la carrera del futuro y me dijo Ingeniería de Sistemas, y adivinen qué, conseguí otra beca y me gradué en sistemas.
Además, estudié maestrías en administración y en mercadeo.
En lo profesional me fue siempre bien, me gané los premios que quise y fui recompensada en lo económico. Pero saben, siempre estuve perdida, desde mi niñez, mi adolescencia. Todo lo hice para ayudar a mi familia, no lo hacía por mi. No tenía propósito.
Pero, no me di cuenta de que vivía para otros hasta que nación mi hijo. Cuando empecé a hacerle la promesa de que a él no le pasaría lo mismo que a mí, caí, en esa incoherencia de vida.
Ahí tomé responsabilidad y decidí enfrentarme a todo, para cambiar mi vida. Lo logré, soy feliz y me siento totalmente conectada con mi propósito.